viernes, 14 de agosto de 2009

VALORES: ASPECTOS GENERALES


1.1.IMPORTANCIA DE LOS VALORES

Se esta volviendo sobre una visión más integral de ser humano, donde el estudio y análisis de los valores ah tomado protagonismo. La postmodernidad constituye una etapa de reencuentro entusiasta con los valores, los grandes avances tecnológicos nos urgen a dar grandes pasos de “humanización” para evitar que el hombre termine con una visión sesgada de su propio ser “mecanizándose” en una sociedad cada vez más competitiva, estos esfuerzos conllevan a poner a salvo su condición de persona.
El niño comparte los valores de su sociedad porque vive en ella, así como comparte los valores de su familia porque es parte de ella. El mundo actual se nos muestra con nuevas problemáticas y lleno de informaciones contradictorias provenientes de los diferentes grupos que conformamos. Por lo cual se ve al mundo de una manera fragmentada la pregunta que se plantea es ¿cómo se puede llegar a ser capaz de tomar decisiones y vivir encontrándole un sentido a la vida?. Los valores que se forman tienen una influencia capital en definición implícita de nuestras metas ya que guían nuestras decisiones y por consiguiente nuestro actuar a corto y largo plazo.



1.2. ACERCA DE UNA DEFINICIÓN DE VALOR

Es el ideal de las personas una convivencia pacífica e igualitaria, para lo cual se hace prioritario que todos los que comparten el mundo también compartan ciertos valores mínimos indispensables. No obstante, pretender definir los valores sigue siendo una tarea iniciada por muchos, pero aún inconclusa. Muchos filósofos y psicólogos lo han intentado, sin lograr satisfacer plenamente a los estudiosos del tema (la axiología). Algunos ejemplos son:
Según Kluchkohn valor es una preferencia que se considera justificada moral o racionalmente.
Para Machotku es un conjunto interiorizado de principios derivados de experiencias pasadas, analizadas en función de su moralidad.
Para Jacob y Flink los valores se eligen libremente. Es auténtico cuando la conducta es sancionada por él y no mediante penas coactivas externas.
De todas las definiciones se deduce que el valor es algo importante en la existencia humana.
Como punto de partida, se puede decir que: los valores están relacionados con las grandes convicciones humanas de lo que es bueno, de lo que es mejor y de lo que es óptimo; que ellos tienen la facultad, en sí mismos, de propiciar alegría, satisfacción y felicidad a quienes los poseen aún cuando, y que por tanto, ellos son fundamentales en la búsqueda de la plena realización humana.
Entre algunas cualidades de los valores se pueden mencionar:
Guían la conducta en una variedad de formas ¿cómo racionalizar nuestra conducta?.
Dan expresión a las necesidades humanas básicas..
Los valores tienen componentes cognitivos, afectivos y conductuales.
Al concepto de valor se le ha dado mayormente una connotación moral así en la totalidad de sus fines, es el fundamento de todos los juicios éticos, de todo criterio del bien y del mal y de toda valoración moral positiva o negativa. No todo tiene necesariamente un valor moral pero lo adquiere cuando se pone en relación con el concepto de vida


1.3.PERSPECTIVAS ACERCA DEL ESTUDIO DE LOS VALORES.

La antropología llegó a sus conclusiones a partir de la confrontación con las sociedades no occidentales, desde el análisis interno del proceso de transformación de la sociedad occidental misma que se desarrollaron las ciencias sociales.
Weber se refiere al valor como “lo que se tiene como absolutamente valioso”. Mientras para Durkheim la sociedad misma es un valor supremo para el propio científico, Weber considera que tal afirmación parece carecer de sentido, pues todo valor es relativo y vinculado a sociedades particulares. Sin embargo, Weber considera la racionalidad propia de la ciencia moderna como un valor universal, pese a haber surgido en medio de la historia particular de la civilización occidental.
Siguiendo esta idea, la racionalidad también puede orientarse por valores absolutos, pero los valores mismos, a diferencia de los fines, escapan a la discusión racional e introducen por tanto un elemento de irracionalidad. Visto así el concepto de que lo que no es racional es irracional constituye una falla central en la perspectiva teórica de Weber.
Si ampliamos el concepto de valor de Weber para abarcar también al amplio espectro de "lo que se considera valioso" sin que lo sea necesariamente de modo absoluto, se abre una excelente perspectiva de relación entre el valor y la acción.
Parsons (1968) por su parte busca elaborar una teoría general de la acción, tomando como punto de partida tanto a Durkheim como a Weber. En particular, se retoma de Weber la idea de que lo central es estudiar la orientación de la acción del sujeto, pero se la ubica ahora dentro del sistema de acción. "Los sistemas de acción, tienen aspectos psicológicos, sociales y culturales. La descripción de un sistema de acción debe emplear categorías de orientación motivacional: cognición, catexia y evaluación".
Así distingue tres clases de pautas culturales, en primer lugar, sistemas de ideas o creencias (primacía de los intereses cognoscitivos); en segundo lugar, sistemas de símbolos expresivos (predominio de los intereses); y finalmente sistemas de orientaciones de valor (interés primario en la evaluación de las alternativas desde el punto de vista de sus consecuencias o implicancias para un sistema de acción, o para uno de sus subsistemas).
Es importante analizar el concepto de valor que Parsons y sus colaboradores, en especial Clyde Kluckhohn, están manejando, pues es un concepto que se mantiene aún vigente. "Un valor es una concepción, explícita o implícita, propia de un individuo o característica de un grupo, acerca de lo deseable, lo que influye sobre la selección de los modos, medios y fines de acción accesibles”.
Así un valor no es solamente una preferencia, sino una preferencia que se siente o se considera justificada, o ambas cosas a la vez, ya sea “moralmente” o por razonamiento, o por juicios estéticos, utilizándose casi siempre estas dos o tres justificaciones. Lo deseable es aquello que es sentido o pensado como lo que es correcto querer. Es lo que un actor o un grupo de actores desean (y creen que “deberían” desear) para el individuo o para una los demás.
Es claro, pues, que bajo esta perspectiva sería imposible la vida social sin los valores, no se podrían alcanzar las metas del grupo ni las metas individuales tampoco pues no habría una unidad en los propósitos, ni habría cierto nivel de orden y predictibilidad indispensables para la vida social
Basándose en estas consideraciones, Kluckholin propone los siguientes índices operacionales para poder estudiar los valores:
• Las concepciones acerca de la conducta deseable - no deseable.
• La aprobación y la desaprobación de los actos de otros o del propio actor.
• Todos los actos que provocan respuestas emocionales muy fuertes: ¿Por qué vale la pena morir? ¿Qué es lo que asusta, especialmente si constituye una amenaza para la seguridad o estabilidad del sistema? ¿Cuáles son los individuos pasibles del más amargo ridículo? ¿Que tipos de sucesos parecen convertir a una pluralidad de individuos en un grupo solidario?
• El esfuerzo diferencial que se manifiesta para alcanzar una meta, acceder a un medio, etc.
• Situaciones de elección.

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