“Estilo de aprendizaje se refiere al hecho de que al aprender, cada uno de nosotros utiliza su propio método o estrategias. Aunque las estrategias varían según lo que queramos aprender, cada uno de nosotros tiende a desarrollar preferencias globales. Esas preferencias o tendencias a utilizar más unas determinadas maneras de aprender que otras constituyen nuestro estilo de aprendizaje”.
No todos aprendemos igual. En cualquier grupo donde se empiece a estudiar una materia todos juntos y desde mismo nivel, después de poco tiempo encontraremos grandes diferencias en los conocimientos de cada uno, a pesar de que todos han recibido las mismas explicaciones y realizado las mismas actividades. Cada miembro del grupo aprenderá de manera distinta, tendrá diferentes dudas y avanzará más en unas áreas que en otras. Esas diferencias en el aprendizaje son resultado de muchos factores, pero esos factores no explican porque con frecuencia nos encontramos con alumnos con la misma motivación y edad y bagaje cultural que, sin embargo, aprenden de distinta manera, mientras a uno se le da muy bien redactar, al otro le resultan mucho más fáciles los ejercicios de gramática.
Una posible manera de entenderlo es el siguiente modelo en tres pasos:
como seleccionamos la información.
como organizamos lo que recibimos.
Una vez organizada esa información la utilizamos de una manera o de otra.
I. COMO SELECCIONAMOS Y REPRESENTAMOS LA INFORMACIÓN
Todos estamos recibiendo a través de nuestros sentidos información procedente del mundo que nos rodea. Nuestro cerebro selecciona parte de esa información e ignora el resto. Tenemos tres grandes sistemas para representar la información, el sistema representacional visual, auditivo y kinestésico. Utilizamos el sistema de representación visual siempre que recordamos imágenes. El sistema de representación auditivo es el que nos permite oír en nuestra mente voces o sonidos. Cuando recordamos el sabor de nuestra comida favorita, o lo que sentimos al escuchar una canción estamos utilizando el sistema de representación kinestésico.
Características de los sistemas de representación
Sistema de representación visual. Cuando pensamos en imágenes podemos traer a la mente mucha información a la vez, por eso la gente que utiliza el sistema de representación visual tiene más facilidad para absorber grandes cantidades de información. La capacidad de abstracción está directamente relacionada con la capacidad de visualizar. También la capacidad de planificar. Los alumnos visuales aprenden mejor cuando leen o ven la información de alguna manera. En una conferencia, preferirán leer las transparencias a seguir la explicación oral o tomarán notas para poder tener algo que leer.
Sistema de representación auditivo. Cuando utilizando el sistema de representación auditivo lo hacemos de manera secuencial y ordenada. En un examen el alumno que vea mentalmente la página podrá pasar de un punto a otro sin perder tiempo, porqué está viendo toda la información a la vez. El auditivo necesita escuchar su grabación mental paso a paso. Los alumnos que memorizan de forma auditiva no pueden olvidarse ni una palabra mientras un alumno visual que se olvida de una palabra no tiene problemas, porqué sigue viendo el resto del texto o de la información. El sistema auditivo es fundamental en el aprendizaje de los idiomas y la música. Los alumnos auditivos aprenden mejor cuando reciben las explicaciones oralmente y cuando pueden hablar y explicar esa información a otra persona.
Sistema de representación kinestésico. Cuando procesamos la información asociándola a nuestras sensaciones y movimientos, estamos utilizando el sistema de representación kinestésico. Lo utilizamos al aprender deportes. Muchos profesores comentan que cuando corrigen ejercicios de sus alumnos, notan físicamente si algo está mal o que los errores les molestan físicamente. El “tipear” bien es otro ejemplo de aprendizaje kinestésico, no se necesita ver cada letra, si se les pregunta dónde está una letra, puede resultarles difícil contestar, pero sus dedos saben que hacer. Aprender con este sistema es más lento que con los otros dos. Se necesita más tiempo para aprender a tipear sin ver que para aprenderse la lista de letras y símbolos que aparecen en el teclado. Los alumnos que utilizan preferentemente el sistema kinestésico necesitan, más tiempo que los demás. Esa lentitud no tiene nada que ver con la falta de inteligencia, sino con su distinta manera de aprender. Los alumnos kinestésicos aprenden cuando hacen cosas como, por ejemplo, experimentos de laboratorio o proyectos. El alumno kinestésico necesita moverse. Cuando estudian muchas veces pasean o se balancean para satisfacer esa necesidad de movimiento. En el aula buscarán cualquier excusa para levantarse y moverse.
II. COMO ORGANIZAMOS LA INFORMACIÓN
La información que seleccionamos la tenemos que organizar. El cerebro humano se caracteriza por su capacidad de relacionar la mucha información que recibe continuamente y buscar pautas y crear esquemas que nos permitan entender el mundo que nos rodea. El cerebro humano se divide en dos hemisferios, conectados entre sí. Cada hemisferio procesa la información que recibe de distinta manera, hay distintas formas de pensamiento asociadas con cada hemisferio.
El hemisferio lógico, normalmente el izquierdo, procesa la información de manera secuencial y lineal. El hemisferio lógico forma la imagen del todo a partir de las partes y es el que se ocupa de analizar los detalles. El hemisferio lógico piensa en palabras y en números.
El hemisferio holístico, normalmente el derecho, procesa la información de manera global, partiendo del todo para entender las distintas partes que componen ese todo. El hemisferio holístico es intuitivo en vez de lógico, piensa en imágenes y sentimientos.
Los hemisferios y el trabajo en el aula. Necesitamos siempre usar los dos modos de pensamiento, necesitamos activar los dos hemisferios y utilizar ambos modos de pensamiento.
Actividades en el aula
Hemisferio Lógico: Hacer esquemas, Dar reglas, Explicar paso a paso, Leer los textos desde el principio, Escribir un texto a partir de fotos o dibujos, Organizar en apartados, Dar opiniones razonadas
Hemisferio holístico: Hacer mapas conceptuales, Dar ejemplos, Empezar por explicar la idea global, Empezar por leer el final del texto para saber a donde se va a ir a parar, Convertir un texto en una historieta, Organizar por colores, Expresar emociones e impresiones
III. como trabajamos con la información
Pero además toda esa información la podemos procesar de varias maneras. El modelo elaborado por Kolb parte de la base de que para aprender algo necesitamos trabajar con la información que recibimos. Kolb dice que, por una parte, podemos partir: de una experiencia directa y concreta o bien de una experiencia abstracta, que es la que tenemos cuando leemos acerca de algo o cuando alguien nos lo cuenta. Las experiencias que tengamos, abstractas o concretas, se transforman en conocimiento cuando las elaboramos de alguna de estas dos formas: reflexionando y pensando sobre ellas o experimentando de forma activa con la información recibida.
Activos. Los alumnos activos se involucran totalmente y sin prejuicios en las experiencias nuevas. Disfrutan el momento presente y se dejan llevar por los acontecimientos. Suelen ser entusiastas ante lo nuevo y tienden a actuar primero y pensar después en las consecuencias. Llenan sus días de actividades y tan pronto disminuye el encanto de una de ellas se lanzan a la siguiente. Les aburre ocuparse de planes a largo plazo y consolidar los proyectos, les gusta trabajar con gente, pero siendo el centro de las actividades. Aprenden mejor: cuando se lanzan a una actividad que les presente un desafío, cuando realizan actividades cortas de resultado inmediato, cuando hay emoción, drama y crisis.
Reflexivos. Los alumnos reflexivos tienden a adoptar la postura de un observador que analiza sus experiencias desde muchas perspectivas distintas. Recogen datos y los analizan detalladamente antes de llegar a una conclusión. Para ellos lo más importante es la recogida de datos y su análisis concienzudo, así que procuran posponer las conclusiones todo lo que pueden. Son precavidos y analizan todas las implicaciones de cualquier acción antes de ponerse en movimiento. En las reuniones observan y escuchan antes de hablar, procurando pasar desapercibidos. Los alumnos reflexivos aprenden mejor: cuando pueden adoptar la postura del observador, cuando pueden ofrecer observaciones y analizar la situación y cuando pueden pensar antes de actuar.
Teóricos. Los alumnos teóricos adaptan e integran las observaciones que realizan en teorías complejas y bien fundamentadas lógicamente. Piensan de forma secuencial y paso a paso, integrando hechos dispares en teorías coherentes. Les gusta analizar y sintetizar la información y su sistema de valores premia la lógica y la racionalidad. Se sienten incómodos con los juicios subjetivos, las técnicas de pensamiento lateral y las actividades faltas de lógica clara. Los alumnos teóricos aprenden mejor: a partir de modelos, teorías, sistemas, con ideas y conceptos que presenten un desafío, cuando tienen oportunidad de preguntar e indagar.
Pragmáticos. A los alumnos pragmáticos les gusta probar ideas, teorías y técnicas nuevas, y comprobar si funcionan en la práctica. Les gusta buscar ideas y ponerlas en práctica inmediatamente, les impacientan las largas discusiones de la misma idea de forma interminable. Son gente práctica, apegada a la realidad, a la que le gusta tomar decisiones y resolver problemas. Los problemas son un desafío y siempre están buscando una manera mejor de hacer las cosas. Los alumnos pragmáticos aprenden mejor: con actividades que relacionen la teoría y la práctica, cuando ven a los demás hacer algo y cuando tienen la posibilidad de poner en práctica inmediatamente lo que han aprendido.
Actividades en el aula
ACTUAR
Todas las actividades que permitan la participación activa del alumno trabajan esta fase.
Algunos ejemplos son las actividades de laboratorio y el trabajo de campo. En general el trabajo en proyectos y todas las actividades que supongan conseguir algo concreto.
También el trabajo en equipo, las tareas poco estructuradas en las que los alumnos puedan explorar distintas posibilidades
REFLEXIONAR
Esta fase necesita de actividades que permitan a los alumnos pensar sobre lo que están haciendo.
Por ejemplo, diarios de clase, cuestionarios de auto-evaluación, registros de actividades y la búsqueda de información.
Para cubrir esta fase en el aula necesitamos crear oportunidades (por ejemplo, actividades en grupos pequeños) que les permitan comentar con sus compañeros lo que están haciendo, para que hablen y se expliquen unos alumnos a otros.
EXPERIMENTAR
En esta fase se parte de la teoría para ponerla en práctica.
Las simulaciones, el estudio de casos prácticos y diseñar nuevos experimentos y tareas son actividades adecuadas para esta fase. También las actividades que les permiten aplicar la teoría y relacionarla con su vida diaria.
TEORIZAR
Esta fase requiere actividades bien estructuradas que le ayuden a los alumnos a pasar del ejemplo concreto al concepto teórico.
Un ejemplo son las actividades en las que tienen que deducir reglas o modelos conceptuales, analizar datos o información, diseñar actividades o experimentos o pensar en las implicaciones de la información recibida.
miércoles, 12 de agosto de 2009
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