RESUMEN
El encuadre implica un carácter técnico y ético del analista. El encuadre son un conjunto de normas empíricas constantes dictadas por Freud que puso un marco definido y estricto a la relación con el paciente para que el tratamiento se dé de la mejor manera. Existe diferencia entre el psicoanálisis general que es el método original de Freud, mientras que el psicoanálisis aplicado es el conjunto abierto y en desarrollo de las prácticas concretas del método original. La tarea del psicoanálisis aplicado es entonces descubrir los efectos específicos del inconsciente en una esfera determinada y realizar transposiciones del método general, en función a la naturaleza de los sujetos analizados o del objetivo que se desea alcanzar.
Anzieu dicta algunas condiciones generales para el trabajo psicoanalítico:
el psicoanalista opera en el campo aplicado por referencia a una práctica personal indispensable en el tratamiento individual de pacientes adultos.
Las reglas de la situación psicoanalítica deben ser anunciadas por el terapeuta al principio y ser cumplidas rigurosamente por él.
Las reglas son también objeto de catexias y contracatexias que han de interpretarse.
La labor del analista es tratar de comprender e interpretar las faltas contra estas reglas.
Etchegoyen habla del encuadre o setting que es lo que discrimina la transferencia de la contratransferencia, por que ordena los fenómenos, la relación entre paciente y terapeuta que es convencional y asimétrica.
Por su parte Anzieu menciona que tanto terapeuta como paciente presentan una regla común que es la abstinencia esta regla prohíbe una relación real dentro y fuera de la situación, por lo que sólo se dan relaciones fantasmáticas y simbólicas, y también reglas específicas a cada cual. Etchegoyen dice con respecto a la contratranferencia que está se da en respuesta a la transferencia del paciente y el encuadre tiene un rol de protección del analista.
Joel Zac habla de tres tipos de constantes del encuadre:
Constantes absolutas: derivan de la teoría del psicoanálisis y aparecen en todo tratamiento, guardan relación con las hipótesis definitorias del psicoanálisis. Apuntan en esencia a que la transferencia se dé sin tropiezos, protegiendo al paciente de revelaciones acerca del terapeuta.
Constantes relativas que dependen del analista como personalidad, ideología científica, lugar en que tiene el consultorio, tipos de inmuebles, honorarios, etc.
Constantes relativas que derivan de la pareja particular analista y analizado son las que más aportan a los conflictos de la transferencia y tiene que ver con pautas que se fijan por mutuo acuerdo.
Freud tipifica la actitud analista en dos normas:
La regla de abstinencia que habla de no gratificar los deseos del paciente
La reserva analítica donde el terapeuta no debe ser transparente para el paciente.
El cumplimiento estricto de las normas tampoco es siempre adecuada, en todo caso se debe escuchar lo que dice el paciente. En la inmovilidad del encuadre se depositan ansiedades psicóticas, lo mudo que se deposita en el encuadre es la simbiosis, por tanto debe ser atendido como un problema esto según la tesis de Bleger.
Si el encuadre se perturba pasa a ser proceso, ya que se pierde la característica estable de éste, cualquier acción sobre el encuadre es un acting out del analista, pero el encuadre se puede modificar lentamente, autónomamente, éste debe ser firme pero elástico. Tener en cuenta cuando el encuadre no se modifica para nada, ese silencio es un riesgo de situaciones regresivas.
Para Bleger existen aspectos neuróticos y psicóticos, la parte neurótica nota la presencia del encuadre y registra las vivencias que le provoca mientras que la psicótica aprovecha la falta de cambio en el encuadre para proyectar la relación indiscriminada con el terapeuta. El encuadre sirve de marco para que el proceso analítico fluya, siendo la parte no diferenciada de la personalidad, y se presta para que en él se transfiera y repita la situación inicial de simbiosis madre-niño.
La función de encuadre debe de ser muda, y su significado está en función a las fantasías del paciente. El objetivo del encuadre en el campo del trabajo grupal de es la exploración del inconsciente, y el reconocimiento y privilegio de los fenómenos transferenciales.
Tipos de grupos:
según el objetivo de trabajo: terapia, diagnóstico, formación, etc.
según su constitución: mixtos, homogéneos y heterogéneos
según su funcionamiento: abiertos (reciben otros miembros) y cerrados (no reciben otros miembros).
Entre los elementos del encuadre podemos destacar: las reglas (abstinencia, la de no omisión o de la asociación libre), estilos de conducción (actitudes del terapeuta, previenen o no la angustia inicial de la terapia grupal), frecuencia (una por semana si se incrementa es beneficioso), duración de las sesiones (1 hora 15 min a 1 hora 30 min), duración del proceso (impredecible), ambiente físico (sin elementos perturbadores), confidencialidad ( repetirlo cada vez que ingrese un miembro y cada vez que se retira uno).
Anzieu dicta algunas condiciones generales para el trabajo psicoanalítico:
el psicoanalista opera en el campo aplicado por referencia a una práctica personal indispensable en el tratamiento individual de pacientes adultos.
Las reglas de la situación psicoanalítica deben ser anunciadas por el terapeuta al principio y ser cumplidas rigurosamente por él.
Las reglas son también objeto de catexias y contracatexias que han de interpretarse.
La labor del analista es tratar de comprender e interpretar las faltas contra estas reglas.
Etchegoyen habla del encuadre o setting que es lo que discrimina la transferencia de la contratransferencia, por que ordena los fenómenos, la relación entre paciente y terapeuta que es convencional y asimétrica.
Por su parte Anzieu menciona que tanto terapeuta como paciente presentan una regla común que es la abstinencia esta regla prohíbe una relación real dentro y fuera de la situación, por lo que sólo se dan relaciones fantasmáticas y simbólicas, y también reglas específicas a cada cual. Etchegoyen dice con respecto a la contratranferencia que está se da en respuesta a la transferencia del paciente y el encuadre tiene un rol de protección del analista.
Joel Zac habla de tres tipos de constantes del encuadre:
Constantes absolutas: derivan de la teoría del psicoanálisis y aparecen en todo tratamiento, guardan relación con las hipótesis definitorias del psicoanálisis. Apuntan en esencia a que la transferencia se dé sin tropiezos, protegiendo al paciente de revelaciones acerca del terapeuta.
Constantes relativas que dependen del analista como personalidad, ideología científica, lugar en que tiene el consultorio, tipos de inmuebles, honorarios, etc.
Constantes relativas que derivan de la pareja particular analista y analizado son las que más aportan a los conflictos de la transferencia y tiene que ver con pautas que se fijan por mutuo acuerdo.
Freud tipifica la actitud analista en dos normas:
La regla de abstinencia que habla de no gratificar los deseos del paciente
La reserva analítica donde el terapeuta no debe ser transparente para el paciente.
El cumplimiento estricto de las normas tampoco es siempre adecuada, en todo caso se debe escuchar lo que dice el paciente. En la inmovilidad del encuadre se depositan ansiedades psicóticas, lo mudo que se deposita en el encuadre es la simbiosis, por tanto debe ser atendido como un problema esto según la tesis de Bleger.
Si el encuadre se perturba pasa a ser proceso, ya que se pierde la característica estable de éste, cualquier acción sobre el encuadre es un acting out del analista, pero el encuadre se puede modificar lentamente, autónomamente, éste debe ser firme pero elástico. Tener en cuenta cuando el encuadre no se modifica para nada, ese silencio es un riesgo de situaciones regresivas.
Para Bleger existen aspectos neuróticos y psicóticos, la parte neurótica nota la presencia del encuadre y registra las vivencias que le provoca mientras que la psicótica aprovecha la falta de cambio en el encuadre para proyectar la relación indiscriminada con el terapeuta. El encuadre sirve de marco para que el proceso analítico fluya, siendo la parte no diferenciada de la personalidad, y se presta para que en él se transfiera y repita la situación inicial de simbiosis madre-niño.
La función de encuadre debe de ser muda, y su significado está en función a las fantasías del paciente. El objetivo del encuadre en el campo del trabajo grupal de es la exploración del inconsciente, y el reconocimiento y privilegio de los fenómenos transferenciales.
Tipos de grupos:
según el objetivo de trabajo: terapia, diagnóstico, formación, etc.
según su constitución: mixtos, homogéneos y heterogéneos
según su funcionamiento: abiertos (reciben otros miembros) y cerrados (no reciben otros miembros).
Entre los elementos del encuadre podemos destacar: las reglas (abstinencia, la de no omisión o de la asociación libre), estilos de conducción (actitudes del terapeuta, previenen o no la angustia inicial de la terapia grupal), frecuencia (una por semana si se incrementa es beneficioso), duración de las sesiones (1 hora 15 min a 1 hora 30 min), duración del proceso (impredecible), ambiente físico (sin elementos perturbadores), confidencialidad ( repetirlo cada vez que ingrese un miembro y cada vez que se retira uno).
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