INTERACCIONES EN EL SALON DE CLASES

INTERACCIÓN PROFESOR – ALUMNO

Eficacia de profesor
Podríamos centrarnos en cinco aspectos principales cuando hablamos de eficacia del profesor:

a) El profesor eficaz debe tener una serie de características deseables. Estas serían “la buena apariencia personal”, “amplitud e intensidad de intereses”, “magnetismo personal”, “liderazgo». Estos rasgos o características deseables serían considerados elementos básicos para lograr éxito en la actividad docente.
b) El profesor eficaz debe hacer uso de métodos eficaces.
c) El profesor eficaz debe ser un buen creador de “clima de aula”. Lo que el profesor realiza en el aula tiene un efecto en los alumnos. Está Vinculado a los estilos de enseñar.
d) El profesor debe utilizar adecuadamente competencias en situación educativa. La habilidad del profesor para hacer preguntas de alto nivel o la claridad que debe tener a la hora de exponer.

Otros aspectos a tomarse en cuenta serían:

a) La cantidad de aprendizaje y el ritmo de la instrucción. El tiempo que los profesores dedican a las áreas del currículo escolar, la naturaleza de las prácticas en función de la distribución del propio tiempo y otra serie de variables. El ritmo de la clase dependerá de la capacidad evolutiva de los estudiantes, de la naturaleza de la materia, y de la capacidad instruccional del profesor.
b) Agrupamiento: clase total y grupo pequeño. Los grupos pequeños se requieren en situaciones muy concretas: al inicio de la enseñanza de la lectura y cuando nos enfrentamos a grupos muy heterogéneos y demanda mayor control y planificación.
c) Suministrar información. Una adecuada y correcta presentación de los contenidos en donde se cubren una seria de rasgos como: secuenciación de los contenidos globales, revisión de los objetivos que se persiguen, enfatizar el paso de una a otras partes, llamar la atención hacia las ideas principales, y resumir al final los diferentes apartados.
d) Preguntar a [os alumnos .Las preguntas de nivel inferior facilitan el aprendizaje del alumno que debe responder en todos los casos, incluso en aquellos en los que comete error. Por otra parte, se observa que el resultado es mejor si el profesor espera unos instantes la respuesta del alumno.
e) Reacción a las respuestas de los alumnos. La alabanza parece ser más eficaz cuando se utiliza con alumnos de bajo nivel socioeconómico y ansiógenos que con alumnos de alto nivel socioeconómico y con alta estabilidad emocional.
f) Trabajo independiente y los “deberes” en casa. La tarea para la casa, no debe interpretarse nunca como una instrucción sustitutoria del trabajo en clase. Tanto el trabajo individual, como el trabajo de realización en casa son actividades que facilitan el aprendizaje a través de la ejercitación y la práctica.

Estilos de Enseñar

a) Estilo de enseñanza tradicional
Se presentan algunas observaciones críticas que se han venido realizando sobre el estilo de enseñanza tradicional.
Bruner, J., dice, que las escuelas actuales con mucha frecuencia inhiben el proceso educativo, efectuando un corte entre el apren­dizaje y el pensamiento. La pasividad del alumno que almacena información tal cual se presenta es el rasgo característico de la educación tradicional. En la escuela se debería trabajar inductivamente, facilitando el trasvase de la información (aprendizaje) al pensamiento (idea).
Para Ausubel, D el estilo de enseñanza tradicional provoca una rápida pérdida de información aprendida de memoria en un período breve de tiempo. Esto genera en los alumnos auténticos atracones de horas de estudio, sobrc-aprcndiendo el material sin ninguna o poca consistencia del mismo.

b) Estilo de enseñanza progresista
Se caracterizan por concebir al alumno como activo en el proceso de formación del conocimiento, dejando de lado los métodos que tradicionalmente se usaban. Bloom, por su parte critica la falta de evaluación de las nuevas técnicas educativas inspi­radas en los estilos progresistas. Por otro lado muy posiblemente la mayor parte de los maestros no usan ni estilos de enseñanza progresistas, a tradicionales, sino sistemas mixtos. Los actuales maestros se guían por un tipo de interacción enseñanza-aprendizaje de naturaleza mixta.

c) Más allá del debate sobre estilos de enseñar
Para Bennett, N. (1976) la mayoría de los profesores optan por estilos de enseñanza mucho más flexibles que aquellos que se reducían a liberales o tradicionales. Según su investigación:
a) En el caso de la lectura, el rendimiento es mejor en aquellos alumnos de profesores con estilos formales y mixtos.
b) En el caso de las matemáticas. el progreso más alto se sitúa entre los alumnos con profesores con estilos formales, a excepción de alumnos con nivel de logro bajo.
Las diferencias se deben al mayor tiempo que los profesores formales dedican al trabajo académico.

INTERACCION ALUMNO – ALUMNO

Interacción entre iguales, socialización y adquisición de habilidades sociales
Con la entrada en la escuela, el niño conoce el contacto con los igua­les que se va a prolongar durante toda la infan­cia y adolescencia. Es en esta interacción donde aprendemos a controlar impulsos, imitar conductas, respetar los deberes y derechos, a controlar las emociones, regirse por un sistema de reglas. El niño en el contacto con los iguales va adquiriendo una serie de habilidades sociales que no adquiere en otros ámbitos de la vida. La mejora en las habilidades sociales se relaciona directamente con la socialización, el éxito escolar posterior, la socialización adulta y la autoestima. Las habilidades sociales proporcionan a los niños un medio a través del cual pueden dar y recibir recompensas sociales positivas, las cuales, a su vez, conducen a un incremento de la implicación social generando mas interacciones positivas. El hecho de que el individuo, a lo largo de su vida, vaya generando patrones de superioridad o inferioridad, identidad o confusión de roles, intimidad o aislamiento, productividad o estancamiento, integridad o desesperanza, depende de la aceptación que sus aportaciones e iniciativas tengan entre sus iguales. Los semejantes y el trato que recibimos de los compañeros conforman nuestra personalidad.

Interacción entre iguales autocontrol y control de la agresividad
En las relaciones entre iguales los niños aprenden a controlar los impulsos agresivos. Un comportamiento agresivo puede conseguir a corto plazo un determinado objetivo, pero a largo plazo, los comportamientos agresivos en la interacción social entre niños, provocan tanto un efecto de rechazo. Los niños agresivos suelen ser niños con menor nivel de aceptación por parte de los compa­ñeros.


Interacción entre iguales y desarrollo moral
Los trabajos de Piaget (1932) y Kohiberg (1969, 1976) nos muestran que el desarrollo moral del niño evoluciona desde una moral heterónoma hacia una moral autónoma; esto es, desde un criterio moral pre convencional, basado en la aceptación de las normas impuestas unilateralmente por el adulto, hacia un criterio moral convencional y post convencional basado en la interiorización de las normas. La llegada a este nivel de interiorización de normas morales sólo es posible tras la interacción social con los semejantes. En base a ello, el niño llega a interiorizar unas normas morales objetivas basadas en la reciprocidad y en el respeto al otro.

Interacción entre iguales y desarrollo cognitivo
Cuando un sujeto entra en interacción con otro sujeto a nivel cognitivo, ocurre una confrontación de las estructuras cognitivas de ambos, de esta forma se produce el punto de arranque para una estructura mas completa que la anterior, lo cual es la base del desarrollo intelectual. La interacción social puede ocurrir entre estructuras cognitivas muy dispares o muy semejantes. Del conflicto cognitivo entre iguales y su influencia sobre el desarrollo cognitivo se puede mencionar:
Las realizaciones del grupo pueden ser interiorizadas contribuyendo al desarrollo individual.
Las realizaciones colectivas de los niños son mejores que las de individuos traba­jando solos. Cuando se les posibilita a los niños una interacción entre ellos que les permita coordinar sus acciones, se propician unos resultados cognitivos que están mejor estructurados que los obtenidos individualmente.
La interacción social entre iguales añade algo nuevo, original y creativo a lo que ya existía con anterioridad.
Los niños mas pequeños son los que parecen obtener mejores resultados en las situaciones de interacción social. Cuando el niño se halla en un momento evolutivo en que está comenzando a desarrollar la noción de lo que se va a trabajar ya que el individuo necesita de una serie de requisitos madurativos mínimos que resultan necesarios para desarrollar las capacidades que se trabajan en la interacción. Dicho desde otra perspectiva.

Aprendizaje Cooperativo
Llamamos aprendizaje cooperativo al tipo de aprendizaje que se produce en las situaciones de interacción, pero no todas, sino solamente aquellas en que las metas de cada uno de los individuos están en función de las metas de los demás, de tal forma que existe una relación positiva entre la consecución de los propios objetivos individuales y la conse­cución de los objetivos de los demás miembros del grupo. De esta forma, cada uno de los individuos sometidos a la situación de aprendizaje debe velar no sólo por conseguir sus propios fines, sino porque los demás también los consigan, pues sabe que ello redunda en la consecución de los suyos propios.
El aprendizaje cooperativo parece superar con creces a los aprendizajes competitivos e individualistas. Tanto en lo que se refiere a la socialización, como en lo relativo al desarrollo cognitivo y al rendimiento académico.

El aprendizaje cooperativo en la escuela
Sabemos que las relaciones entre iguales, y sobre todo en las etapas de la infancia y de la adolescencia, son indispensables para el desarrollo social y cognitivo. El desarrollo social ocurre en la interacción con los otros, e igualmente esta demostrado que la interacción social y el aprendizaje cooperativo proporcionan al individuo la adquisición de nuevas habilidades cognitivas. Según las investigaciones al respecto, los principales efectos escolares del aprendizaje cooperativo pueden resumirse en los siguientes (Ovejero, 1990):

La mejora del rendimiento escolar: La cooperación conlleva mejores resultados en el rendimiento escolar que la competición y el individualismo, esta tesis se hace especialmente patente en aprendizajes tales como las matemáticas; la enseñanza tradicional de las mate­máticas consistía en una transmisión fragmentada de conocimientos, donde el alumno per­manecía más o menos pasivo y era considerado como recipiente capaz de ir almacenando información cada vez más compleja. Sin embargo, la interacción con los compañeros pro­porciona una serie de beneficios muy deseables: el alumno comprende los razonamientos de los compañeros, aprende las estrategias de los otros en la solución de los problemas; la discusión obliga a los estudiantes a usar el lenguaje matemático y les obliga a demostrar la idoneidad de sus razonamientos.

Aumento de la motivación intrínseca: El aprendizaje cooperativo mejora la motivación intrínseca (por el solo gusto de hacerlo). La interacción entre los alumnos conlleva la comparación de diferentes puntos de vista, El desacuerdo académico lleva a la búsqueda de más infor­mación sobre el tema. En cambio, los aprendizajes competitivos e individualistas se basan en la motivación extrínseca (recompensas a la propia actividad; cuando los alumnos aprenden solamente para aprobar el examen).

Atracción interpersonal: Cuanto más fuerte es la cooperación entre los alumnos, mayor es la atracción interpersonal entre ellos. Incluso cuando los individuos se desagradan mutuamente, la cooperación fomenta más beneficios que la competición y el individualismo.
Mejora de la autoestima: En la interacción con los otros se desarrolla la autoestima: la opinión que cada uno de nosotros tenemos sobre nosotros mismos. En líneas generales, si la interacción se basa en la cooperación, la mejora de la autoestima la recibirá el grupo, y también sus individuos en función de su sentido de pertenencia a dicho grupo.